Profundo

Tan profundo como el silencio se puede bajar por esta veta
y el cagaso de que se derrumbe todo es tal que es indescriptible....
Un pequeño homenaje para los mineros que tienen cojones suficientes
para trabajar en las profundidades de la madre tierra

Hace horas que no te veo
la humedad y el frío son pacientes
La jornada se esta estirando
y no hay seguridad de volver pronto.
Mientras mas profundo
mas calma y mas abraza la tierra,
hay veces que no te suelta
y te estruja para siempre.
Siempre oscuro,
siempre el pico,
con estas manos ajadas
me da vergüenza acariciarte
siempre cuesta sacar el mineral
como un cariño de mis labios cansados

EL ANGEL

Llega el momento y se deja ver por las calles hambrientas el ángel sin nombre
buscando un refugio, un cuerpo, un cielo donde velar por sus largas historias....
Es la termial de San Pedro donde nadie esta dispuesto a creerle

PUERTA DE TASTIL

La huella no da descanso

por la puerta del Tastil.

Rumbeando para la escuela

Doña Estela va cantando.

El río se a congelado

y los vientos ya están bramando.

Si llega el tren de las nubes

traerá los sueños dorados.

Burro sigue por la huella

no te quedes que tengo que trabajar

Los niños esperan ansiosos por mi

date prisa que debo llegar.

Montañas de silencio,

compañera de las penas

allá por San Bernardo

Doña Estela sigue enseñando.

Si la noche viene larga

y los miedos se despiertan

la virgen le da consuelo

a la doñita de los cerros.

CAMIN BUSCA REFRESCO

Temblor a las 2.26

Palidecido por esa noche

que tembló el mundo,

me acorde que no estabas.

Tanto te había buscado

y te perdí entre mis brazos.

Vagaba entre las sabanas

como buscando un consuelo,

sin quejas, sin llantos.

Como olvidándome lo inolvidable,

dardo certero enterrado en mi.

Y sigue temblando el mundo,

los hombres, los sueños

Ya no importa dormir o morir

solo esperar que pase esta noche.

Sigo

La isla que se aleja no deja rastros,

se pierde en este mar mentiroso

me abraza con fruición,

helado infierno de tus ojos,

silencio de guerra.

Alimento de negras serpientes

que caminan por mi espalda

saludando a mis tristezas.

Alguien tiene que aparecer

a despertarme de nuevo.

SIN DESTINO

La vereda recibe sus pasos

a veces con dirección,

senderos de sal

que se funden en el ocaso.

Las vidrieras tristes,

sombras agotadas por el silencio.

Se agrieta la carne desolada

en esa esquina inmóvil

a la espera de otro tiempo,

mas sociable,

mas cómodo.

Ahogados

por la falta de consenso

y la avaricia

se va perdiendo la memoria

de esta ciudad moribunda.

Aire condensado

sobre la cómoda de roble,

tan dura como mis quejas

que no dejan ver la luz

de la mañana antártica.

Sin desayuno,

sin ganas de reír

prendo un cigarro

para apagarlo con desprecio

como la mirada de anoche

tan vacía como la muerte

de esa esquina sin destino.

Seba